¿CUANDO VAS A SER GRANDE… COMPADRE?
¿Has escuchado o leído frases graciosas, burlescas, rencorosas, malhumoradas, y extrañas? ¿Todas en una, en ciertos casos, o una en todas, en otros tantos? Yo sí. Particularmente no me causan más que una sola acción: risotadas. Ni siquiera cólera ni rencor. Tampoco celos o malhumor. Solo risa… una buena carcajada; y es que hay cada frase que naturalmente a algunos puede sacar de quicio, u otros como yo, solo un dolor de abdominal pero del gran cosquilleo que brota de mi estómago.
Este es solo un pronunciamiento para dejar las cosas claras. No hay nada más difícil que aceptar para ustedes, que la verdadera forma de ser grande, no es esta cimentada en la cantidad de títulos. Alianza Lima es mejor equipo del Perú; y la hinchada más completa es la de éste, y eso fácilmente demostrable. Porque Alianza Lima ha impregnado en el imaginario colectivo en sus 110 años de gloria, la idea de equipo quimboso, alegre y juego exquisito, ¿figuras? Más que suficientes, muchos más, con tan solo decir que el mejor jugador del Perú de todos los tiempos fue hincha y jugador de Alianza. Desde su nacimiento en 1901 hasta la actualidad, las personas que mantuvieron ese dinamismo y misticismo, están presentes en las tribunas, cuando se gana y cuando se pierde. Lamentablemente, en ninguno de los casos, nuestros compadres pueden decir lo mismo. Los títulos no hacen a los hinchas, sino los hinchas hacen el título, hacen su equipo, hacen historia y hacen cultura. Este es un escrito que esta movido con el único objetivo fundamental de demostrar lo que realmente es, sin más ni menos. Y antes de restregar la verdad en sus rostros y mentalidades compungidas y llenas de espejos para reflejar que quieren ser lo que no son, es decir, lo que realmente es ser grande; sin lógralo claro está, quiero mandar unas sinceras felicitaciones a los jugadores de Universitario de Deportes, que ganaron el domingo último con sabias decisiones técnicas del entrenador de su equipo sub 20. Ganar la final de cualquier torneo sub20, ya no es la alegría de unos pocos, sino de todo un país que necesita demostrar, al menos en el deporte, que vamos por buen camino. Lamentablemente no significa representatividad a nivel local, no significa grandes y loables logros en materia deportiva. Y peor aún, no significa tener a los hinchas, contentos, porque solo están felices y excitados, cuando el equipo rival, cuando el modelo a seguir, pierde. Nada más alejado del concepto fanático, seguidor, hincha.
El hincha del resultado y su gran parafernalia para querer ser, quien nunca será
El gusto para algunos, solo se refleja cuando ganas, sin embargo, para otros aún queda perenne a pesar de la derrota, ese sabor de haber dejado todo en la cancha. Hasta ahora no he escuchado, visto o leído a un hincha de su equipo poner el pecho cuando se es derrotado, y uno se da cuenta que al fin y al cabo, para ti significa lo mismo. Nosotros por el contrario, a diferencia de ustedes, cuando ganamos adoramos la camiseta, y cuando pierdo, la amamos aún más. Tu victoria de este domingo, solo refleja una sola cosa: que ha sido inflada, porque ese merecimiento exangüe del cual ahora eres parte, ha sido a costa de desgraciadas coincidencias y desazones que nada tiene que ver con el juego de sus once. Porque los muchachos sub 20 de tu equipo se rajaron en la cancha, es verdad, pero en 90 minutos, no superaron a los equipos que tuvieron al frente, y en el clásico, no ganaron por méritos propios, sino por errores ajenos. La victoria, así, es muy fácil, porque solo juega un factor, la suerte.
Mueves a la mitad de la prensa, y a la mitad de la mitad de la gente, para demostrar que ganaron sin haber ganado, que jugaron sin haber superado, y que celebraron sin haber sabido. La gran parafernalia: adorna un éxito sesgado y solo representativo en números, pero no hechos reales, para querer ser quien nunca serás.
Equipo chico
Las características de un equipo chico son las siguientes:
1. Nació con el unido fin de hacerle frente al equipo más representativo del país
2. Solo llena su estadio cuando juega por algo “importante”, no en partidos intrascendentes
3. Tienen los números en rojo, en cuestión de clásicos jugados, es decir, tienen más clásicos perdidos, que ganados
4. Su estadio es una congeladora. Calienta solo cuando el rival clásico de apodera de él.
5. A pesar de años de institucionalidad, sólo tienen un futbolista reconocido, y peor aún, la prensa internacional no lo conoce.
6. Que para ser grande tienes que ser tetracampeón del campeonato nacional. Y;
7. La peor goleada recibida, es hecha en un clásico.
Es increíble saber que vas de visita a un estadio tan pobre y tan gélido que los mismos visitantes, esos que tienen que ser apagados por los gritos del local, tienen que poner el ruido, la alegría y los canticos con el pulmón reventado. Y es más, son los que llenan su tribuna popular. El jueves 23 se demostró: norte, a la mitad, svr, casi lleno. Los videos lo demuestran. O si aún, en su terquedad, no se lo creen, deberían de preguntarle a Nunes que califico al estadio Monumental como el más frio donde se puede jugar en el Perú. O a Reynoso, que pedía con su cara de “ya pues”, a que llenaran el estadio, que en su penúltimo partido en la Libertadores 2010, lució semivacío, en palabras del propio entrenador. Y eso que estaban a punto de clasificar La verdad aunque duela. Y es que el equipo chico, pretende tapar el sol con un dedo, no se da cuenta que, como miembro vital, y vitalicio de una barra, en primer lugar y por regla general, antes de ser grande, tiene que llenar su estadio, o al menos su tribuna. Así, se funde el amor por una camiseta, miles de violentos corazones palpitando en las graderías del recinto y once cojonudos que matan por sus colores. Es decir, te falta amor y te falta pasión, cualidades que solo le faltan a un equipo chico. Y le sobran a equipo grande. Has sido vilipendiado con 9 goles en un solo partido, y peor aún, un solo jugador te metió 5 goles, él solo, en un mismo día, y en un mismo partido, más feo: en un solo clásico. En los momentos más difíciles llevas al estadio nomas de 120 personas (2003). Y aún más horrible, cuando juegas de local ni llenas la popular. En la cadena internacional que transmite los torneos internacionales ni conocen a tu jugador estrella, Fernandez, ese mismo que vistió la camiseta de Alianza Lima para salir de gira. Ese que dicen que desmayaba arqueros (?) y que se parecía a Oliver Atom con sus tiros que rompían redes (??), bueno, el delirio por su complejo de inferioridad se vio reflejado en sus mismo dirigentes con frases tan estúpidas, en declaraciones a Fox Sport en el 2008. Eso solo le pasa a un equipo chico. ¿Se dan cuenta? Sólo a un equipo chico.
Aprendiendo a ser grande: cuando juegas por mí, y no juegas por ti.
Y que me puedes decir si ganaste el torneo sub20, si es que en realidad la victoria fue de nosotros, porque tu maquinaria se estremeció por el gol del triunfo, pero que siempre estuvo supeditada a que una vez terminado todo, refregarle al compadre por el logro. Es un hecho que celebrar después de haber ganado es algo natural, pero se trastoca cuando se lo dedicas a otro equipo. Nada más incoherente en un hincha de verdad. Y es que ser Antialianza es más logro, que ser hincha de la u. Y es que te encuentras en el Facebook y en el Twitter con cada persona minúscula y tonta que nos elogian gratamente, y es que en tu cabeza, no cabe otra cosa que ser como nosotros. Vivimos gratis en tus recuerdos. Son conscientes que haber ganado un torneo no les es suficiente, pero no porque estén decididos a seguir acumulando logros, sino porque prefieren malograr su fiesta, queriendo celebrar con nosotros. ¿No te das cuenta que, en vez de realzar tus logros, necesitas de algún motivo para querérmelo dar, de alguna y otra forma? El consejo es que, mientras tu equipo gane, vive tu momento de felicidad, y demuestra que eres hincha de universitario, y no un Antialianza, porque se nota que para ustedes, más gustoso es el sabor de incomodar, que de ganar. Recuerda que así como se gana un día, se pierde en el otro. Y la desazón de la derrota se grava aún más, cuando te das cuenta que solo te corroe esa necesidad de insultar y denigrar. Incomprensible hasta el hastío tu forma de querer tu camiseta.
La gran diferencia: blanquiazul los colores.
Y es que ser de Alianza es una pasión diferente, como dice la canción. La gloria no se encuentra en un solo partido, sino en un largo aliento. La derrota y la victoria conviven con nosotros, y no es necesario pisotear el legado histórico de nuestro rival para saber que somos mejores, el equipo más grande del Perú. Lamento mucho esos pseudos fanáticos que solo intentan minar nuestra Institución, porque no entienden lo que es ser glorioso, porque no entienden que en la derrota, también están los hinchas. Porque he escuchado amigos que le temen a su propio estadio, que no van a una popular porque no viven pensando en una fiesta, porque la temeridad nunca los acompañó, y porque la moda de salir campeones una vez y a la otra tener que rematar sus propiedad hizo mella en su templanza. Lamentablemente para ti, y para alegría mía, solo el que es hincha de verdad, “chapó” su combi hasta La Victoria o La Molina, o espero horas de horas para comprar una entrada, o dejó de ir a la universidad o el trabajo o se bajó en medio de la jungla de cemento, o hizo su cola con rateros, maleantes y ex presos, o esperó dos horas parado para ver al equipo de sus amores; o salto, canto y grito antes de ver la cancha; o apestó a yerba porque el delincuente del costado no dejaba de fumar; o, sin importar las consecuencias o el resultado, siguió hinchando, siguió cantando, siguió alentando. O simplemente llenó el estadio cuando cundía los magros resultados. Ustedes, no saben lo que es haber tenido grandes jugadores, no tienen un estadio que revienta antes durante y después de un encuentro. Es decir, no saben lo que es querer y odiar, en ese mismo bendito instante. Y no sientes, que el algunas derrotas, también encuentras el amor. Porque te hace saber, que por más infortunios y malos momentos que pases, siempre vas a estar al lado de los tuyos. La gran diferencia hermanos peruanos, hinchas rivales, compadres, es que, a pesar de ganaron el torneo sub20, NO SABEN LO QUE ES SER GRANDE, ALGO QUE LOS HINCHAS DE ALIANZA LIMA, SABEMOS MUY BIEN.

¡ARRIBA ALIANZA!
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